
Entre "no me olvides" me dejé nuestros Abriles olvidados en el fondo del placard, del cuarto de invitados, eran tiempos dorados de un pasado mejor. Aunque casi me equivoco y de digo poco a poco, no me mientas, no me digas la verdad, no te quedes callado, no levantes la voz, ni me pidas perdón. Aunque casi te confieso que también he sido un perro compañero, un perro ideal que aprendió a ladrar y a volver al hogar para volver a comer.